Una abrasión corneal es una lesión en la capa más externa de la córnea, la estructura transparente que recubre la parte frontal del ojo. Aunque suele ser una herida superficial, puede causar molestias intensas y, si no se trata adecuadamente, puede derivar en complicaciones.
Esta lesión puede producirse por:
- La entrada de partículas extrañas, como polvo, arena o astillas.
- Un roce accidental con el dedo, un cepillo de maquillaje o una uña.
- Uso incorrecto o prolongado de lentes de contacto.
- Resequedad ocular severa.
Síntomas comunes
- Dolor ocular repentino
- Enrojecimiento
- Lagrimeo excesivo
- Sensación de cuerpo extraño
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Visión borrosa en algunos casos
¿Qué hacer si sospechas una abrasión corneal?
1. No te frotes el ojo
Frotar el ojo puede empeorar la lesión o profundizar la abrasión.
2. Enjuaga el ojo con solución salina estéril o agua limpia
Esto puede ayudar a eliminar partículas pequeñas que causan irritación.
3. Parpadea con suavidad
El movimiento natural de los párpados puede ayudar a desalojar cuerpos extraños pequeños.
4. No uses gotas oftálmicas sin indicación médica
Algunos colirios pueden irritar aún más la córnea lesionada.
5. Acude al oftalmólogo lo antes posible
Un examen especializado es fundamental para confirmar el diagnóstico, descartar infecciones y prescribir el tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos tópicos oculares, lubricantes y reposo visual.
En Oftalmológica estamos preparados para evaluar y tratar lesiones oculares como la abrasión corneal de forma segura y efectiva. Si sientes dolor repentino o malestar en el ojo, no lo dejes pasar: agenda tu consulta con nuestros especialistas.