El lagrimeo excesivo puede ser más que una simple molestia. En muchos casos, es una señal de que algo no está funcionando bien en la superficie ocular. Estas son algunas de las causas más comunes:
Alergias
El polvo, el polen o la caspa de animales pueden desencadenar reacciones alérgicas que provocan lagrimeo, picazón y enrojecimiento.
Ojo seco
Aunque parezca contradictorio, el ojo seco puede generar una producción excesiva de lágrimas como respuesta a la irritación.
Infecciones oculares
Condiciones como la conjuntivitis pueden causar lagrimeo acompañado de enrojecimiento y secreción.
Obstrucción del conducto lagrimal
Cuando el sistema de drenaje de las lágrimas está bloqueado, estas no pueden eliminarse correctamente y se acumulan.
Irritantes ambientales
Factores como el humo, el viento o los contaminantes pueden hacer que el ojo produzca lágrimas como mecanismo de protección.
En Oftalmológica contamos con especialistas que pueden ayudarte a identificar la causa del lagrimeo y ofrecerte el tratamiento más adecuado para recuperar tu bienestar visual.