La presbicia afecta a todas las personas el tema es tratarla a tiempo.
El ojo, ese órgano pequeño y complicado, no está exento del proceso de envejecimiento del resto del cuerpo.
Se agota de abrir y cerrar, de ajustar el pequeño zoom con que se cuenta, se comporta diferente con cada cumpleaños.
Si no es así, que lo digan los présbitas o personas con presbicia, un defecto responsable de que se pierda la visión de cerca, un proceso que afecta tanto a hombres como a mujeres, sin exclusión.
Empieza con un asunto de iluminación, pues se necesita de mayor cantidad de luz para poder leer. Luego es la distancia: el texto no ya a 30 o 40 centímetros de distancia, sino entre 45 ó 50.
Los ve uno jugando a acomodar un texto, estirándolo tanto como la mano se los permite y alejándose todo lo que el cuello es capaz de estirarse.
Después está el dolor de cabeza, especialmente en la zona frontal de la cabeza, ver la letra borrosa e incluso perder el amor o gusto por la lectura, pero por incapacidad de leer, nada más.
Todos lo presentan, sin importar que nunca hallan tenido un problema de visión (emétrope) o que sean miopes, tengan astigmatismo o hipermetropía. Aunque estos últimos se ven más afectados por la presbicia.
Cuestión de edad
“El cristalino es un lente natural que tenemos dentro del ojo que nos permite enfocar adelante o atrás” “Hasta los 40 años, este lente se pone redondo o plano para permitir que la luz llegue hasta la retina. Este movimiento de contracción se realiza de manera involuntaria, eso se llama acomodación, es pura física”.
A partir de los 40 años, a veces antes, a veces después, el cristalino comienza a endurecerse y a formar una esclerosis y comienza un proceso que es el que se conoce como presbicia.
Es además un defecto que se acentúa con la edad y se hace más evidente cada dos o tres años. “Un paciente de 46 años ha perdido un 10 o 15 por ciento de su visión cercana. Uno de 52 años ya ve muy mal de cerca y tener una pérdida de visión cercana de un 50 por ciento y un paciente. Una persona de 60 años, sin tratamiento, puede llegar a perder entre el 80 y el 100 por ciento de la capacidad de ver de cerca”.
La presbicia, entonces, aparece después de los 40 (en muy contados casos lo hace antes), y termina su proceso alrededor de los 60 años. Por eso, toda persona que llegue a los 40 años se debe evaluar por oftalmología para mirar el estado refractivo del ojo y cómo se encuentra el cristalino, también.
Sin problemas
La presbicia, sin embargo, tiene solución. Lo más normal es el uso de los anteojos.
“Hoy en día la corrección más popular y la mejor, son los lentes progresivos, que permiten ver de tanto de cerca como de lejos, y también intermedio”.
Esta opción también está en lentes de contacto. En todo caso, a medida que pasan los años hay que ir aumentado el lente en lo que se refiere a visión cercana.
Existe un auge en tratamientos quirúrgicos y ahora hay un mejor manejo de las visiones intermedias que son las más problemáticas para los pacientes con presbicia.
“Hay otros tratamientos, como el que se realiza con el láser que consiste en dejar un ojo para ver de cerca y otro para ver de lejos. Este procedimiento es conocido como monovisión”.
Pero aclara que antes de que una persona se someta a esta operación debe hacerse una evaluación profesional para saber si sí es apta para el procedimiento, pues, “se pierde la binocularidad”, lo que representa una pérdida en la profundidad de campo. Así que se pueden tener complicaciones para actividades como coser o aparcar el carro.
“Por eso debe hacerse un estudio del paciente para saber si sí es candidato para esta operación, pues dependiendo de su profesión puede no servirle”.
“Y hay que tener en cuenta que el ojo al pasar los años, sigue perdiendo su capacidad para ver de cerca”.
La otra opción son los lentes intraoculares, que funcionan para ver de cerca y de lejos, un procedimiento más costoso que muestra buenos resultados.